“La red es como un organismo vivo, cada año afrontamos nuevos retos”


Maria Isabel Gandia es Ingeniera de Telecomunicación por la Universitat Politècnica de Catalunya, donde empezó su trayectoria profesional antes de pasar al CESCA (Centre de Supercomputació de Catalunya, después Centre de Serveis Científics i Acadèmics de Catalunya). Actualmente es la jefa de Comunicaciones del CSUC, responsable de la gestión de la red académica en Catalunya, la Anella Científica, y del punto neutro de internet en Catalunya (CATNIX). Es vice-chair del RIPE Programme Committee, forma parte del SIG-NOC Steering Committee (Special Interest Group for Network Operation Centres) de GÉANT y participa en la organización de los foros ESNOG (Grupo de operadores de red de España). También ha colaborado en varias ediciones del Network and Performing Arts Production Workshop y forma parte del Benchmarking Club de la asociación de puntos neutros Euro-IX.

Para empezar, cuéntanos qué es Anella Científica para que todos podamos conocerla un poco más. ¿A qué usuarios ofrece servicio?, ¿de qué infraestructura dispone para ello?

La Anella Científica es la red académica de Catalunya. Conecta a más de 80 universidades y centros de investigación o relacionados con ésta, mediante 130 puertos de acceso repartidos por toda la geografía catalana. Con conexiones de 50 Mbps. a 20 Gbps., ofrecemos a las instituciones conectadas tanto la propia conexión (en local o a través de operador), como los servicios de redundancia, el acceso a estadísticas del uso de su red, comprobaciones sobre el rendimiento de sus conexiones u otros servicios relacionados, como el proxy de Eduroam de Catalunya o los servicios de seguridad, todo en estrecha colaboración con RedIRIS.

Al ser el CSUC un consorcio de universidades, nuestros servicios van dirigidos principalmente a éstas, aunque en el caso de la Anella Científica, los servicios de red se ofrecen a todas las instituciones conectadas, es decir, también centros de investigación y tecnológicos, parques científicos, unidades docentes y de investigación en hospitales… entre otras.

Desde el CSUC disponemos de fibras para algunas conexiones locales y también de equipos ópticos, de conmutación y de routing para atender las necesidades de las instituciones conectadas. Estamos en dos ubicaciones distintas en la ciudad de Barcelona, en los que alojamos los nodos de RedIRIS y del CATNIX, para poder ofrecer redundancia a las conexiones. También disponemos de servicios como el de mitigación de ataques de DDoS, un problema con el que nos estamos enfrentando cada día y que cada vez requiere mayores capacidades y conocimientos.

Como Jefa de Comunicaciones del Consorcio de Servicios Universitarios de Cataluña (CSUC) ¿cuál es el mayor reto que habéis abordado? y ¿cuál es el próximo que os espera o en el que ya estáis inmersos?

Cada año abordamos nuevos retos, porque la red es como un organismo vivo, que se tiene que ir actualizando constantemente para tener la tecnología al día. Tanto la Anella Científica como el CATNIX tienen que estar preparados para satisfacer las nuevas necesidades de las instituciones conectadas.

El gran reto que estamos abordando ahora es la renovación de la Anella Científica para las conexiones que nos vienen vía el operador, juntamente con la migración de la tecnología de este, el paso a canales de 100 Gbps. para las conexiones entre sedes y la ampliación de capacidad de muchos enlaces.

Asistes a las próximas Jornadas de RedIRIS que se celebran del 28 al 30 de mayo en Sevilla con una ponencia sobre cómo abordar una crisis de servicio. ¿Qué se debe de tener en cuenta para estar preparados?, ¿cuál ha sido la experiencia de los ejercicios de simulación de crisis que habéis llevado a cabo?

En enero hicimos un ejercicio de simulación de ciber-crisis con las universidades y el resultado fue muy positivo. Quedó patente que es distinto recibir una explicación sobre cómo afrontar una crisis que hacer un ejercicio en el que enfrentarse a problemas y decisiones bajo presión. Es importante tener pensado de antemano qué se va a hacer. Por este motivo, es más que recomendable disponer de un plan de gestión de crisis, tener bien identificados los roles y responsabilidades y buscar puntos de mejora en los procedimientos, con especial relevancia para la comunicación entre personas, tanto entre equipos internos como hacia afuera de la organización.

La experiencia que tuvimos al organizar un ejercicio de estas características fue gratificante, porque muchas personas en el CSUC quisieron colaborar en que fuese un éxito. Desde grabar audios o vídeos a preparar el material o hacer fotos: cada uno tenía su papel y esto hizo que la preparación fuese distendida y estuviésemos todos implicados.

Cambiemos un poco de tema. Háblanos de tu papel en el SIG-NOC de GÉANT ¿qué temas se tratan?

Mi colaboración con el SIG-NOC es casi histórica. Asistí a la primera reunión de la Task Force de la entonces Terena para centros de operación de red (TF-NOC) en 2010. A partir de ese momento me hice cargo de la línea de trabajo de herramientas de monitorización y fui una de las impulsoras del estudio sobre estas dentro del marco del TF-NOC. Una vez convertido en SIG-NOC, seguí participando como miembro del Steering Committee y me encargué de la preparación de una nueva encuesta sobre el tema. Este 2019 lanzaremos la tercera, en la que espero que participen muchos de los centros afiliados a RedIRIS. Los resultados de la encuesta son útiles para saber qué herramientas son las más utilizadas en el entorno académico y qué percepción tienen sobre ellas los que las usan, por lo que estos estudios sirven tanto para dar ideas sobre qué herramientas usar como para ver qué posibilidades de mejora hay respecto a las actuales.

En los encuentros de SIG-NOC, además, se tratan una gran variedad de temas, siempre desde el punto de vista de los centros de operación de red. Desde ataques de DDoS a GDPR, pasando por estándares o infraestructura de red, en cada encuentro se intenta no sólo tener presentaciones sobre temas relevantes, sino también compartir información, inquietudes y experiencias entre los miembros.

Desde el 1 de enero de este año estáis participando en el proyecto europeo GN4-3, como “third party” de RedIRIS ¿en qué parte del proyecto estáis activos?, ¿cómo está siendo la experiencia?

Estoy colaborando en dos temas distintos dentro del proyecto. Por un lado, la definición de nuevos servicios, especialmente de monitorización de flujos, dentro de una incubadora de futuros servicios. Por otro lado, la definición del servicio CNaaS (Campus Network as a Service), que algunas NREN se están planteando ofrecer a sus entidades conectadas.

La experiencia está siendo muy enriquecedora e interesante, ya que se trabaja en la definición de conceptos punteros en tecnología y se colabora con personas de toda Europa.

Otro tema en el que has tenido un rol muy destacado en la Comunidad ha sido el de la vinculación de las redes académicas y de investigación con las humanidades y las artes...

Sí, casi por casualidad, a raíz de mi implicación en el proyecto Opera Oberta con el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, se podría decir que me he convertido en una especie de facilitadora de eventos de artes escénicas en red académica desde Barcelona a todo el mundo. Nosotros intentamos buscar la red, poner en contacto a artistas con técnicos y ayudar poniendo equipos y configurándolos. La verdad es que me lo tomo casi como un hobby. Después de estar todo el día trabajando en temas técnicos, hablar con artistas te hace “cambiar el chip”. El resultado de ver la interacción de los artistas, con imágenes de alta calidad sobre redes académicas, con un gran ancho de banda y poca latencia, es espectacular.

¿Cuáles son los proyectos más innovadores en los que has estado involucrada desde la Anella Científica?, ¿qué oportunidades ves para el futuro?

La Anella Científica cumplió 25 años en 2018 y siempre ha intentado ser puntera en tecnología. He estado involucrada en todas las renovaciones de la red y en cada etapa se ha evolucionado para mejorar, aunque ahora suene lejísimos el ATM o los enlaces de 10 Mbps. La Anella Científica está actualmente trabajando en 100 Gbps entre equipos en el mismo nodo y en breve entre equipos entre nuestros nodos. La evolución hacia mayores capacidades, más canales ópticos y más servicios sobre la red abre un abanico de posibilidades para el crecimiento de la red, sin olvidar la interconexión con la nueva RedIRIS y con las instituciones, que también va a evolucionar en los próximos meses.