e-Boletín de RedIRIS

"Tendencias en Identidad digital para la enseñanza superior en Europa y su incidencia en España"

Entrevista a Lluís Alfons Ariño Adjunto a la Gerencia y al Comisionado de Gobierno Abierto y TIC de la Universidad Rovira i Virgili (URV), Coordinador de Internacionalización de la comisión sectorial CRUE Digitalización

Lluís Alfons Ariño

Lluís Alfons Ariño es Ingeniero en informatica y se ha dedicado profesionalmente a la gestión de las TIC en el sector de educación superior, destacando la dirección del Servicio de Recursos Informáticos y TIC desde 2005 hasta 2023, combinando su actual posición con el rol de Responsable de seguridad del ENS en la URV. Además, Lluís en su vinculación con CRUE colabora desde 2019 en proyectos europeos estratégicos para el sector de educación, como European Blockchain Services Infrastructure (EBSI) la revisión del Reglamento eIDAS o el piloto a gran escala (LSP por sus siglas en inglés) de eIDAS Digital Credentials for Europe (DC4EU)

Desde tu experiencia como Adjunto a la Gerencia y al Comisionado de Gobierno Abierto y TIC de la URV y como colaborador en CRUE Digitalización ¿Cuáles consideras que son las actuales prioridades TIC de las universidades?

Desde mi perspectiva, las universidades se encuentran ante el reto estratégico de transformar su gobernanza tecnológica para alinearse plenamente con los cambios regulatorios, económicos y sociales. En este contexto, destaco cinco prioridades principales que están estrechamente interrelacionadas:

  1. Comprender y adoptar los nuevos roles que las universidades pueden desempeñar en el marco normativo europeo. Con la evolución de eIDAS 2.0, las universidades pueden actuar como fuentes auténticas de datos, emisores cualificados o no cualificados de credenciales, u organismos públicos responsables de fuentes auténticas. No podemos permanecer al margen de estos paradigmas emergentes, sino que debemos adaptarnos activamente y aprovechar las oportunidades que ofrecen regulaciones como eIDAS 2.0, el Single Digital Gateway (SDG/OOTS) o la Infraestructura Europea de Servicios Blockchain (EBSI).
  2. Asegurar la internacionalización del sistema universitario español. Esto requiere que los sistemas TIC universitarios faciliten la interoperabilidad transfronteriza con otras instituciones y servicios digitales europeos. En este contexto, el Person Identification Data (PID) introducido en eIDAS 2.0 permitirá una gestión más simplificada y armonizada de la identidad digital en Europa, beneficiando a estudiantes, docentes e investigadores en procesos de movilidad académica y profesional. En el ámbito de los datos, las llamadas atestaciones electrónicas de atributos (EAA), introducidas en la revisión del reglamento eIDAS, definen claramente los elementos necesarios para el reconocimiento transfronterizo de datos. Ese modelo se ve complementado, en un sistema de transferencia de datos "tradicional" de entidad a entidad, por el Reglamento Single Digital Gateway (SDG), que define las evidencias necesarias y requeridas para dicho intercambio de datos. Con eso ya tenemos todos los elementos necesarios identificados para una correcta verificación de identidad y el intercambio de datos en un contexto transfronterizo.
  3. Garantizar la convivencia de los modelos actuales con los nuevos paradigmas europeos. Aunque es fundamental adaptarse a los cambios emergentes, las universidades también deben mantener y fortalecer los servicios TIC existentes, ya sea mediante federaciones nacionales e internacionales, nuevos modelos descentralizados, o acuerdos bilaterales. La transición debe planificarse cuidadosamente para minimizar riesgos y aprovechar sinergias sin generar fricciones innecesarias en la operativa diaria.
  4. Facilitar el upskilling (mejora de competencias) y reskilling (reconversión profesional) de la fuerza laboral. En el contexto de la transición digital y verde, las universidades deben integrar modelos más flexibles de aprendizaje, como las microcredenciales digitales, que permitan a los ciudadanos adquirir y acreditar competencias específicas alineadas con el mercado laboral. Esto implica tanto la identificación de las competencias más demandadas como la integración efectiva de estas certificaciones en los programas educativos formales, garantizando su reconocimiento académico y profesional.
  5. Aprovechar la arquitectura empresarial como una oportunidad para optimizar la gobernanza de las TIC en las universidades. Tomar como referencia marcos como el Higher Education Reference Model (HERM) permitirá a las universidades gestionar de manera más eficiente la creciente complejidad tecnológica y organizativa, asegurando que los sistemas y servicios TIC estén alineados con sus objetivos estratégicos. CRUE Digitalización ya adaptó este modelo hace años al contexto español, ahora es necesario actualizarlo y extender su adopción.

Finalmente, quiero destacar que estas prioridades no son aisladas, sino que forman parte de un ecosistema interconectado donde la gobernanza, la tecnología, la regulación europea y la relación con el sector productivo deben abordarse conjuntamente. Solo así podremos avanzar hacia una verdadera soberanía digital europea, impulsando una educación superior más innovadora, inclusiva y adaptable a los desafíos de la próxima década.

¿Qué papel desempeña RedIRIS en ese contexto?

RedIRIS ejerce un papel fundamental facilitando la infraestructura tecnológica necesaria para afrontar estos retos estratégicos, posicionándose no solo como proveedor de servicios, sino como un actor clave en la transformación digital del sector universitario español. A través de servicios como eduGAIN, RedIRIS ya favorece la interoperabilidad, la internacionalización y el acceso a servicios digitales compartidos a nivel europeo e internacional.

Desde 2018, además, RedIRIS impulsa junto con CRUE Digitalización la iniciativa BLUE (Blockchain de Universidades Españolas), recientemente fortalecida a través de UNIDIGITAL, desarrollando una infraestructura blockchain orientada específicamente a la emisión y gestión de credenciales verificables. Es importante subrayar que, desde la óptica del nuevo reglamento europeo eIDAS 2.0, las universidades no emiten, de hecho nunca lo han hecho, identidades digitales fundacionales (competencia exclusiva en España del Ministerio del Interior), sino que generan Atestaciones Electrónicas de Atributos (EAA), que pueden ser utilizadas como medios válidos en procesos de autenticación y/o autorización para el acceso a servicios o recursos digitales.

En este sentido, la incorporación del European Digital Identity Wallet (EUDIW) representa un cambio disruptivo significativo, ya que empodera al ciudadano, otorgándole control real sobre sus datos personales, y permitiendo la interoperabilidad efectiva y segura entre entidades públicas y privadas.

RedIRIS, en coordinación estrecha con CRUE Digitalización, facilita que las universidades puedan aprovechar plenamente estas nuevas oportunidades tecnológicas, alinearse con los estándares europeos y adaptarse estratégicamente a estos nuevos paradigmas. Su papel puede ir más allá de la provisión tecnológica, ayudando activamente a las universidades a comprender e implementar adecuadamente las implicaciones del marco regulatorio eIDAS, incluyendo su papel como fuentes auténticas o emisores cualificados o no cualificados de Atestaciones Electrónicas de Atributos (EAA).

En definitiva, RedIRIS no solo acompaña, sino que también puede liderar, junto con las universidades, esta transición hacia un modelo TIC más avanzado, interoperable, inclusivo y centrado en el ciudadano, contribuyendo así directamente a reforzar la soberanía digital europea.

RedIRIS participa desde 2018 en la iniciativa BLUE (Blockchain de Universidades Españolas), junto con CRUE-Digitalización. Gracias a UNI-DIGITAL RedIRIS, se está poniendo en marcha un nuevo servicio de blockchain, en cuyo desarrollo has colaborado. ¿En qué consiste esa nueva iniciativa?

Esta iniciativa consiste en la renovación completa de la infraestructura tecnológica de la anterior red BLUE, reutilizando el código abierto proporcionado por la red europea EBSI (European Blockchain Services Infrastructure). Es importante remarcar que, a diferencia de otras redes de blockchain, EBSI es "eco-firendly", ya que se trata de una red permisionada con un algoritmo de consenso autorizativo con un consumo equivalente al de un servidor web.

El hecho de reutilizar todo el código de EBSI permitirá, desde el inicio, una interoperabilidad tecnológica plena y un alineamiento con los estándares europeos emergentes, especialmente en lo que se refiere al reglamento eIDAS 2.0 y la emisión de credenciales digitales interoperables.

La nueva red BLUE facilitará a las universidades españolas emitir y verificar credenciales digitales, potenciando la movilidad estudiantil internacional, y facilitando el intercambio seguro y eficiente de datos entre entidades públicas y privadas.

Es importante subrayar que esta iniciativa será abierta a las universidades y centros interesados en incorporarse como nodos participantes, garantizando así la robustez y fiabilidad técnica de la red, y esperamos una respuesta positiva a la convocatoria que se lanzará en coordinación con RedIRIS próximamente.

En este punto, quisiera destacar especialmente el firme compromiso demostrado por RedIRIS desde el inicio de la iniciativa BLUE en 2018, así como su acompañamiento permanente en colaboración estrecha con CRUE Digitalización, incluyendo su implicación activa desde 2019 en el caso de uso de diplomas de la red EBSI. RedIRIS también participa como observador en el piloto europeo a gran escala Digital Credentials for Europe (DC4EU) en el contexto del nuevo reglamento eIDAS.

Este proyecto no habría sido posible sin el esfuerzo constante, a menudo silencioso y voluntario, de numerosos compañeros del grupo de directores de servicios de informática de las unversidades (SIN), CRUE Digitalización y RedIRIS, quienes han trabajado intensamente durante años para que, próximamente, la renovada red BLUE sea una realidad tangible, pasando a formar parte del catálogo de servicios disponibles para todo el Sistema Universitario Español. Quiero aprovechar la oportunidad para dar las gracias públicamente a RedIRIS y a todos ellos.

Blockchain tiene también implicaciones en temas de identidad digital, en los que siempre has estado muy activo, ahora en concreto desde el proyecto DC4EU (Digital Credentials for Europe). ¿Qué objetivo tiene este proyecto, y cuáles son los principales retos que plantea?

El proyecto DC4EU (Digital Credentials for Europe) es el piloto europeo a gran escala (Large Scale Pilot) orientado a testear el Wallet Europeo de Identidad Digital (European Digital Identity Wallet - EUDIW), específicamente en el ámbito de la educación superior y las cualificaciones profesionales, en el marco del nuevo reglamento europeo eIDAS 2.0.

El objetivo central del proyecto es desarrollar, validar y evaluar en condiciones reales los procesos de emisión, gestión y verificación de credenciales digitales interoperables, para facilitar la movilidad transfronteriza y el reconocimiento de títulos y competencias en toda Europa. En este sentido, DC4EU analiza aspectos clave como:

  • La definición de un marco sectorial específico (Sectorial Governance Framework), que establece claramente los roles posibles que pueden adoptar las universidades (fuentes auténticas, emisores cualificados o no cualificados, organismos públicos responsables, etc.), así como los procesos específicos para emitir, gestionar y verificar credenciales digitales interoperables.
  • La evaluación detallada de diferentes escenarios bajo eIDAS en función del tipo específico de emisores y las diferentes atestaciones electrónicas de atributos (EAA) que emitan.

En cuanto al modelo tecnológico, DC4EU se centra en la utilización del modelo de confianza distribuido proporcionado por EBSI (European Blockchain Services Infrastructure) y que, en esencia , es una PKI descentralizada. Este modelo complementa al modelo tradicional basado en PKI clásica (certificados X.509v3 y listas CRL), permitiendo incorporar información adicional clave, como por ejemplo la autoridad competente que autoriza a una universidad a emitir credenciales educativas vinculadas al Marco Europeo de Cualificaciones (European Qualification Framework - EQF).

Desde el punto de vista de la interoperabilidad, DC4EU adopta como estándar principal dos modelos clave definidos por el W3C:

  • estándar de credenciales verificables W3C-VC
  • estándard de modelo de datos para credenciales verificables W3C-VCDM 1.1 (con el objetivo próximo de pasar a la versión 2.0 basada en JSON-LD)

Este hecho permite establecer sinergias internacionales más allá del contexto europeo, gracias al reconocimiento global del estándar W3C.

Asimismo, y con el fin de facilitar la adopción efectiva de este nuevo paradigma basado en perfiles, estándares y protocolos interoperables, DC4EU desarrollará y proporcionará diversos componentes y herramientas prácticas. Por ejemplo, componentes que permitirán convertir datos entre diferentes formatos educativos ampliamente utilizados, como de ELM a ELMO, y viceversa. Igualmente, se aportarán análisis detallados que ayudarán a entender cómo integrar el nuevo Wallet Europeo con procesos ya consolidados como Erasmus Without Papers (EWP), o cómo adaptar la herramienta European Digital Credentials for Learning – Online Builder (European Digital Credentials Builder) para emitir directamente credenciales digitales al Wallet Europeo.

En definitiva, DC4EU no solo busca validar técnicamente una solución, sino que pretende acompañar estratégicamente al sector educativo y profesional en la transición hacia un ecosistema de credenciales digitales interoperables, facilitando herramientas concretas, orientación práctica, y estudios específicos sobre el impacto del nuevo reglamento eIDAS y el Wallet europeo sobre los procesos educativos existentes, contribuyendo así a una transición exitosa y fluida hacia este nuevo modelo de identidad digital en Europa.

El proyecto finalizará el próximo 31 de Julio de 2025. A lo largo de su recorrido, he podido observar algunos procesos que creo interesante compartir en este contexto:

  • No siempre se tiene un correcto entendimiento del reconocimiento en el contexto de eIDAS de servicios comunmente utilizados en procesos/servicios transfronterizos por el sector de educación superior. Por ejemplo, desde la perspectiva del nuevo eIDAS, eduGAIN no es un medio de identidad transfronterizo, como tampoco lo es Erasmus Without Papers. El reconocimiento de éstos se basa en acuerdos entre las partes.
  • El nuevo Reglamento eIDAS introduce la figura del llamado wallet de referencia (EUDIW), pero, para poder interactuar con el EUDIW - la(s) instancia(s) que los países pondrán a disposición a sus ciudadanos, - los actuales modelos técnicos y de gobernanza de eduGAIN o EWP deben evolucionar, y con ellos todos los actores, incluídas las universidades.
  • Hay que ayudar a los actores existentes a identificar las nuevas oportunidades de colaboración y apoyo a las instituciones educativas. Por ejemplo, las NRENs (National Research and Education Networks, redes académicas y científicas nacionales, como RedIRIS), pueden tener un papel muy relevante en eIDAS, actuando como Relying Party Intemediary en lugar de las universidades para la verificación de EAAs.
  • Un nuevo medio no tiene porque impicar un cambio en la cadena de valor. Me explico: actualmente las universidades controlamos el proceso de emisión de titulaciones, pero no gestionamos al 100% el proceso de emisión. Una parte importante como es la emisión física del título oficial la tenemos externalizada a proveedores de servicios especialistas que cumplen con los requisitos legales, procedimentales y técnicos a estos efectos. Si entendemos que este hecho es así porque, como mínimo, en esta parte del proceso no aportamos un valor diferencial, ¿este hecho debería cambiar cuando complementemos el modelo físico con un modelo digital? Personalmente creo que no, pero sí que tiene sentido en otros tipos de acreditaciones a las que podremos dar valor transfronterizo (por ejemplo para su uso en las alianzas europeas).

Creo que es importante entender que los actuales modelos y servicios están, y seguirán durante décadas, que atienden a modelos de intercambio de datos mayoritariamente de entidad a entidad, sin una participación activa por parte del usuario más allá de dar consentimiento a que sus datos puedan ser intercambiados entre la entidad requiriente y la cedente, pero que el usuario no tiene ninguna competencia o atribución en la delimitación de qué datos son aquellos que se transfieren (esto queda normalmente definido y marcado por el proveedor del dato).

Este hecho no quita oportunidades o la necesidad de, por ejemplo, alienación tecnológica de servicios actuales. En este sentido, se espera que:

  • eduGAIN evolucione su modelo actual de federación a OpenID Federation, evolucionando y compatibilizando el actual Shibolet/SAML
  • EWP evolucione su modelos de datos al catálogo sectorial de EAAs
Desde una perspectiva más amplia, ¿Cuál es tu visión de la evolución de los sistemas de identidad digital?

En primer lugar, considero importante aclarar tres conceptos clave sobre identidad digital, especialmente en el contexto europeo que ahora mismo impulsa el nuevo reglamento eIDAS y la introducción del European Digital Identity Wallet (EUDIW).

En educación e investigación solemos utilizar habitualmente el término «identidad», por ejemplo en redes académicas federadas como eduGAIN. Sin embargo, desde la perspectiva estrictamente legal del nuevo reglamento eIDAS, estas no son identidades fundacionales (identidades oficiales emitidas por la autoridad nacional competente y notificadas a la Comisión Europea). Son, en realidad, identificadores o datos electrónicos (atributos) utilizados para procesos de autenticación, autorización y matching interno. Dichos atributos pertenecen desde una óptica legal al ámbito legal de los acuerdos cerrados entre partes, contratos bilaterales o multilaterales, como ocurre actualmente en la mayoría de federaciones académicas que utilizamos (eduGAIN, Erasmus Without Papers).

Desde esta perspectiva, es esencial subrayar claramente que, en el ámbito de la UE, y desde la entrada en vigor del Reglamento eIDAS en 2014, únicamente las autoridades nacionales competentes pueden emitir identidad fundacional transfronteriza, notificada oficialmente ante la Comisión Europea. Es decir, cuando hablemos de procesos formales de identificación en el contexto de procedimientos administrativos (como matrícula, inscripción oficial o trámites legales), únicamente podremos considerar válida la identidad digital oficial emitida conforme al régimen legal de eID de eIDAS, a no ser que tengamos establecidos acuerdos y/o contratos entre las partes a este efecto como, por ejemplo, en los estatutos de las Alianzas europeas.

En este contexto, la aparición del EUDIW (Wallet Europeo) no cambia, al menos inmediatamente, qué es o quién emite la identidad fundacional. Lo que sí cambia radicalmente es la forma en que el ciudadano controla sus datos personales y atributos digitales. Gracias al EUDIW, el ciudadano recupera el control efectivo sobre su información personal, decidiendo de forma explícita qué atributos compartir y con quién hacerlo. Este hecho abre nuevas posibilidades en el ámbito educativo: por ejemplo, podríamos incorporar en los procesos de inscripción o matrícula actuales la posibilidad de requerir la identidad digital mediante el uso del Wallet Europeo, lo que permitiría que ciudadanos de otros países europeos participaran de manera más sencilla, rápida y segura en procesos transfronterizos con garantías administrativas suficientes. Este paradigma también podría extenderse a los procedimientos internos de las universidades, por ejemplo, para la solicitud y emisión de títulos académicos digitales o certificados profesionales. De hecho, estos dos procesos requieren claramente un nivel de confianza alto en la prueba de identidad de los requirentes, o mínimo para cursos y expedición de títulos oficiales.

Finalmente, desde la óptica de la identidad no fundacional—es decir, del intercambio de atributos o datos electrónicos más allá del ámbito de eIDAS—el uso del Wallet Europeo (EUDIW) introduce un cambio realmente disruptivo: simplifica notablemente la gestión y cumplimiento del RGPD, dado que es el propio ciudadano quien inicia el intercambio de datos y da su consentimiento explícito. Al mismo tiempo, establece un nuevo modelo de intercambio de datos personales y credenciales digitales basado en la interacción directa usuario-servicio, facilitando superar ciertas barreras históricas en la cooperación público-privada y en la interoperabilidad europea.

En resumen, los sistemas de identidad digital evolucionan hacia un modelo más centrado en el ciudadano y en la interoperabilidad transfronteriza efectiva, con identidad fundacional claramente vinculada a los marcos nacionales notificados, y con atributos (Atestaciones Electrónicas de Atributos – EAA) gestionados mediante wallets digitales como EUDIW, permitiendo así nuevos servicios y procesos administrativos más ágiles, seguros y coherentes con la visión europea de un mercado digital único.

También has desarrollado una intensa labor en materia de tecnologías educativas, con participación activa en distintos foros europeos, incluyendo, en colaboración con RedIRIS, el TF-EDU (Task Force Education) de GÉANT. ¿Qué valoración haces de la situación en ese ámbito?

Estamos en un punto clave en el que el sector de educación superior ya no puede entenderse como un silo aislado; la regulación europea nos afecta directamente y debe formar parte integral de nuestra estrategia tecnológica. No existe en Europa una entidad central con competencias educativas, dado que estas residen exclusivamente en los estados miembros. Sin embargo, marcos regulatorios transversales como eIDAS 2.0, el Single Digital Gateway (SDG/OOTS) y el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) ya no pueden obviarse. Estos regulan aspectos fundamentales que afectan directamente a nuestro sector: eIDAS establece las reglas de confianza sobre identidad digital y datos, SDG/OOTS define las evidencias y mecanismos de simplificación para el intercambio transfronterizo de información, y GDPR regula la privacidad y protección de los datos personales.

En consecuencia, aunque las universidades mantengan servicios basados en acuerdos bilaterales o multilaterales cerrados, no podrán rechazar medios digitales de identificación y atributos electrónicos que se presenten válidamente conforme a estos marcos regulatorios europeos. Además, el intercambio de datos transfronterizo basado en los medios actuales debe adaptarse a los requisitos del procedimiento administrativo, especialmente en el momento en que, por ejemplo, se compartan datos de un expediente académico.

El sector de educación superior juega un papel estratégico dentro de la visión global de la Década Digital Europea y los objetivos de la Comisión Europea para 2030 y 2050. Más allá de la formación tradicional, tenemos la oportunidad de acompañar a los ciudadanos en más etapas de su desarrollo profesional, facilitando upskilling y reskilling, y alineando mejor la oferta formativa con la demanda del sector productivo. Esto implica cambiar nuestro enfoque: debemos pasar de medir exclusivamente el número de egresados a evaluar el impacto de nuestra formación en el conjunto de la vida de cada persona. Para ello, debemos estar interrelacionados con los actores de las etapas previas de formación, pero también con el sector productivo, utilizando herramientas como los espacios de datos europeos, especialmente el Espacio Europeo de Habilidades.

En este contexto, valoro muy positivamente la iniciativa TF-EDU de GÉANT, ya que creo que es una excelente oprtunidad para aproximar a las NRENs a la realidad de las universidades, entender cómo pueden ayudar y anticipar necesidades. Sin embargo, permitidme que sea claro en este punto: la identificación de necesidades debe partir de las universidades hacia las NRENs, al igual que la validación de soluciones. Lo que sí debe ser un trabajo conjunto es el desarrollo de dichas soluciones. En España este es el caso, y RedIRIS ha trabajado siempre en estrecha colaboración con las universidades, asegurando que sus servicios responden a necesidades reales. Sin embargo, he observado que en otras latitudes las NRENs están creando servicios que no han sido realmente demandados por las universidades, muchas veces más para justificar su existencia o con fines de investigación, que por un requerimiento directo del sector educativo. En este nuevo contexto europeo, será importante ayudar a las NRENs a ubicarse adecuadamente, asegurando que su papel sigue siendo relevante y alineado con las necesidades reales de las universidades.

Por último, las universidades españolas deben aumentar su participación en foros europeos para ser actores activos en la toma de decisiones tecnológicas y normativas. Aquí, el papel de RedIRIS es fundamental, ya que ha demostrado ser un aliado clave en la representación del sector educativo español en Europa. Participar activamente en estos espacios es crucial no solo para estar al tanto de los cambios tecnológicos y regulatorios, sino también para garantizar que la realidad de nuestro sistema universitario se refleje en las estrategias europeas y se reconozcan nuestras necesidades específicas.

En el marco de la iniciativa UNIDIGITAL, la Universidad Rovira i Virgili ha liderado el desarrollo del proyecto CAMINS. ¿Podría explicar en qué consiste este proyecto y de qué manera se vincula con la nueva regulación eIDAS y con el ecosistema técnico y normativo de la Pasarela Digital Única (SDG/OOTS)?

Efectivamente, en el contexto de la iniciativa UNIDIGITAL, con el apoyo institucional del Comisionado de Gobierno Abierto y TIC, Dr. Jordi Castellà, y liderado por la resposnable del Servicio de Recursos Informáticos y TIC (SRITIC), MªTeresa Bordas, la Universidad Rovira i Virgili ha coordinado el proyecto CAMINS, que tiene como objetivo modernizar y alinear el modelo de interoperabilidad de las universidades catalanas con los estándares europeos. El proyecto se articula en torno a dos paradigmas complementarios de intercambio de datos: entre entidades, utilizando la plataforma open source X-Road, y entre ciudadano y entidad, a través de identidad digital soberana (SSI) y credenciales verificables.

CAMINS desarrolla tres líneas principales de trabajo:

  1. La definición de un marco legal y de gobernanza para habilitar el intercambio seguro y confiable de datos.
  2. La implementación de una infraestructura federada de interoperabilidad (CAMINS-XRoad) adaptada a SDG/OOTS.
  3. La construcción de una plataforma de credenciales descentralizadas alineada con EBSI y el nuevo reglamento eIDAS 2, situando al estudiante en el centro del proceso (CAMINS-EBSI).

La vinculación con el nuevo reglamento eIDAS y la Pasarela Digital Única (SDG), así como con el sistema técnico Once Only (OOTS), es directa e intencionada. CAMINS se adelanta a los requisitos legales y técnicos del artículo 6 bis del eIDAS revisado, que reconoce la Cartera Europea de Identidad Digital (EUDI Wallet) como instrumento confiable para emitir y verificar atributos oficiales, como las titulaciones académicas. A través de CAMINS-EBSI, el estudiante puede recibir y presentar un EducationalID y credenciales académicas oficiales en un formato compatible con el Marco de Referencia Arquitectónica (ARF) y el Trust Model de EBSI, garantizando su valor legal y reconocimiento transfronterizo.

Además, al permitir el intercambio de datos basado en consentimiento y reutilizar información ya verificada por fuentes autorizadas, CAMINS materializa el principio de una sola vez recogido en el Reglamento (UE) 2018/1724, integrándose de forma natural en el ecosistema SDG/OOTS, donde las administraciones deben evitar solicitar al ciudadano datos que ya obran en su poder.

En definitiva, CAMINS no es solo un proyecto de interoperabilidad regional, sino una iniciativa estratégica orientada al futuro, plenamente alineada con el Espacio Europeo de Educación, la Década Digital y los principios de interoperabilidad, confianza y soberanía del ciudadano que promueven tanto eIDAS como el SDG europeo.

¿Qué vinculación, si existe, hay o poede habver entre CAMINS, la Plataforma de Interoperabilidad (PID) y el Nodo de Interoperbailidad del SUE (NISUE)?

El proyecto CAMINS se concibe como una solución interoperable que parte del contexto universitario catalán pero que ha sido diseñada desde su origen con una clara vocación de alineamiento y complementariedad con infraestructuras nacionales y europeas, entre ellas la Plataforma de Interoperabilidad (PID) del Estado y el futuro Nodo de Interoperabilidad del Sistema Universitario Español (NISUE).

Posibles vínculos y complementariedades:

  1. Interoperabilidad técnica y semántica con PID: CAMINS se apoya en X-Road, una infraestructura open source utilizada ampliamente en contextos públicos europeos, que permite la integración con redes nacionales como la PID, a través de servicios web seguros y certificados. La arquitectura de CAMINS permite incorporar conectores hacia servicios disponibles en la PID, tales como verificación de identidad, consulta de titulaciones oficiales o situación administrativa de estudiantes, respetando siempre el principio de consentimiento y trazabilidad.
  2. Convergencia con el modelo NISUE: El Nodo de Interoperabilidad del SUE (NISUE) se plantea como una puerta de entrada común a servicios y datos compartidos por las universidades españolas. CAMINS, al ofrecer una red federada ya operativa en Cataluña y con una gobernanza estructurada, puede servir de nodo regional interoperable, compatible con la lógica de NISUE y reutilizable en otras comunidades autónomas. Además, CAMINS ya ha definido casos de uso concretos y modelos de datos reutilizables, lo que aporta madurez y contenido al desarrollo del propio NISUE.
  3. Coherencia con la estrategia nacional y europea: Tanto PID como NISUE están orientados a cumplir los requisitos de interoperabilidad definidos en el Esquema Nacional de Interoperabilidad (ENI) y los marcos europeos, como el Once Only Technical System (OOTS). CAMINS se integra en esta lógica y la amplía al ámbito de la identidad digital soberana, conforme al Reglamento eIDAS 2.0, actuando como entorno de pruebas (sandbox) para implementar en educación superior lo que más adelante podrá escalarse a nivel nacional con PID y NISUE.
  4. Escalabilidad y adaptabilidad del modelo CAMINS-XRoad: El enfoque open source de CAMINS y las funcionalidades avanzadas de su infraestructura X-Road aportan ventajas clave para una posible adopción a escala de sistema. Entre ellas destaca la posibilidad de gestionar dobles catálogos de servicios, permitiendo que tanto universidades públicas como privadas participen en el intercambio de datos, y a la vez se pueda limitar el acceso a determinados servicios en función del tipo de entidad. Esta capacidad de configuración segmentada facilitaría, siempre bajo marco legal claro y compartido, su extensión como modelo operativo interoperable a nivel estatal.

    Además, CAMINS ha incorporado una ventanilla virtual para el personal universitario, que permite gestionar intercambios de datos en procesos en desarrollo o aún no automatizados. Esta funcionalidad ha resultado especialmente útil para garantizar continuidad operativa en fases tempranas o transitorias de integración, algo que podría replicarse en otros nodos del sistema universitario español.

En resumen, CAMINS puede y debe vincularse con la PID y el NISUE como componente federado, interoperable y complementario, ofreciendo valor tanto desde el punto de vista técnico como desde el de gobernanza y escalabilidad. Su diseño modular y conforme a estándares facilita esa conexión, respetando los principios de interoperabilidad, reutilización y soberanía del dato establecidos en los marcos regulatorios nacionales y europeos.

Antes de cerrar la entrevista, ¿hay algún mensaje final que quieras compartir?

Sí, gracias, me gustaría aprovechar esta oportunidad para expresar mi agradecimiento a la Universitat Rovira i Virgili (URV) por la generosidad que ha mostrado siempre facilitando la colaboración activamente con CRUE Digitalización, RedIRIS y las diversas iniciativas que el Ministerio de Transformación Digital está liderando y en las que personal de la URV estamos participando. Esta colaboración es fundamental para asegurar que el sector universitario español esté alineado con los cambios normativos y tecnológicos europeos, y pueda desempeñar un papel relevante en la transformación digital del Espacio Europeo de Educación Superior.

Dicho esto, creo que ante los nuevos retos que se nos presentan, es importante hacer una reflexión profunda, tanto a nivel individual como universidades, como a nivel sistémico desde CRUE Digitalización, RedIRIS y el propio sistema universitario español en su conjunto (SUE). La pregunta que debemos hacernos es si el voluntarismo será suficiente para garantizar que el sistema universitario español siga siendo un referente en el contexto europeo.

En otros países esta reflexión ya se ha hecho, y han optado por un enfoque coordinado entre todos los agentes del sector de educación superior a nivel nacional. Esto les permite asegurar dos aspectos clave:

  1. Que RedIRIS, como NREN nacional, continue aprovisionando servicios realmente alineados con las necesidades de las universidades, sin duplicaciones innecesarias ni desarrollos desconectados de la realidad del sector.
  2. Que, como mínimo, una universidad y/o la NREN esté participando activamente en todas las iniciativas europeas relevantes para educación superior. De este modo, pueden analizar su impacto a nivel nacional y, al mismo tiempo, trasladar y defender la realidad de su país en los foros europeos, influyendo en su evolución.

En España, si queremos no solo adaptarnos, sino liderar e influir en el desarrollo del ecosistema digital europeo, debemos ser realistas y plantear soluciones estructurales. No basta con la buena voluntad de unos pocos, sino que es necesario reforzar las estructuras que ya tenemos, identificando bien cómo hacerlo y con qué recursos.

Seguramente, a nivel estatal, la estrategia más efectiva sería reforzar el papel de RedIRIS, asegurando que pueda contar con la colaboración estructurada de personal dedicado desde las universidades. Esto permitiría coordinar mejor la participación en iniciativas europeas, aprovechar sinergias y garantizar que el avance de nuestro sistema universitario a nivel nacional se reutilice en un alto porcentaje a nivel europeo.

Para ello, primero tenemos que ser plenamente conscientes de la magnitud del reto, después identificar y aplicar soluciones realistas, pero, sobre todo, debemos actuar. No podemos permitirnos quedar en la periferia del proceso de transformación digital europeo, sino que debemos ser protagonistas y contribuir de forma activa al diseño del futuro de la educación superior en Europa.