Carta del director de RedIRIS

Por Alberto Pérez Gómez


Pasan los meses, y por desgracia la pandemia sigue ahí, aunque esperemos que, gracias a las vacunas que se han desarrollado en un tiempo récord, logremos ir volviendo poco a poco a la normalidad.

Nuestras más sentidas condolencias a los que hayan perdido a seres queridos; todo nuestro apoyo a los que han pasado la enfermedad; y nuestro agradecimiento a los estáis ayudando a que salgamos de esta, lo que desde luego incluye al personal TIC de organismos académicos y de investigación, que dais un soporte imprescindible, ahora más que nunca, para que en estas difíciles circunstancias sigan adelante actividades tan relevantes como las educativas y las científicas.

En esta complicada coyuntura, hay que ser conscientes de que nuestro futuro no lo determinará tanto la crisis en la que estamos sumidos, sino la manera en que reaccionemos ante ella.

De cara a esa reacción, resulta interesante saber que en chino la palabra “crisis” está formada por dos caracteres, 危機, uno de los cuales viene de “peligro”, y el otro de “oportunidad”. En las crisis, seamos conscientes de los peligros, pero reconozcamos las oportunidades que se presentan.

Y como oportunidad hay que considerar el que la Unión Europea haya puesto en marcha un ambicioso Fondo de Recuperación, que tiene como uno de sus objetivos principales impulsar la transformación ecológica y digital. A España le corresponden unos 69.000 M€ del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR) en transferencias no reembolsables, de los que está previsto que un 29% (unos 20.000 M€) se destine a transformación digital.

Esa ya era un área estratégica para la sociedad europea en general, y española en particular, pero el COVID-19 ha hecho que lo sea aún más. En ese contexto, esos fondos de recuperación europeos ofrecen la oportunidad de acelerar ese proceso de necesaria transformación digital.

Entre las actividades a impulsar se encuentran, lógicamente, las relacionadas con la educación y la investigación. Así lo reconoce el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), que incluye la puesta en marcha de un Plan UNI-DIGITAL, al que ya se hacía referencia en la Estrategia España Digital 2025, pero cuya implementación se va a acelerar gracias a los fondos europeos.

Dentro de ese Plan UNI-DIGITAL, coordinado por el Ministerio de Universidades y dotado inicialmente con un total de 142 M€ de 2021 a 2023, existe una línea de actividad que corresponde a RedIRIS, y que está previsto que disponga de fondos MRR por valor de 50 M€, de los cuales 26 M€ ya han sido incluidos en los Presupuestos Generales del Estado para 2021.

Está previsto destinar esos 50 M€ a dos subactividades: RedIRIS - infraestructuras digitales (31,5 M€ para extensiones de fibra óptica y equipamiento de red) y a RedIRIS - servicios TIC comunes (18,5 M€).

La oportunidad que esto supone para RedIRIS es clara: por un lado, extender su modelo de red, basado en fibra óptica y equipos de red a 100 Gbps, en colaboración con redes académicas y científicas autonómicas y diversas instituciones afiliadas; y por otro lado, poner en marcha nuevos servicios TIC centralizados, en línea con la visión recogida en su Plan Estratégico 2021-2024:

"Ser el socio de referencia en servicios TIC para las instituciones educativas y de investigación españolas, promoviendo la cooperación entre ellas y con RedIRIS, con el fin de proporcionar servicios de conectividad y otros servicios TIC de máxima calidad, gestionados o adquiridos de forma centralizada, que impulsen la e-ciencia y el aprendizaje avanzado".

Los fondos del MRR hacen posible desarrollar nuevas actividades en línea con esa visión, aunque también ponen de manifiesto los límites de la estructura actual de RedIRIS, que, según el GÉANT Compendium, es la red académica y científica nacional nº 17 de Europa en términos de personal técnico.

En la coyuntura actual, hay gran disponibilidad de recursos financieros para impulsar la digitalización del sistema educativo y científico, y hay consenso en que hay una serie de servicios TIC que se prestan o contratan de forma más eficiente si se actúa de forma centralizada. También se aprecia que, para hacer sostenible el gran esfuerzo inversor que se va a llevar a cabo, es necesario que alguien se ocupe más adelante de la gestión de todo lo que se adquiera o desarrolle en este ámbito. A la hora de buscar quién puede desempeñar ese rol, aparece de forma recurrente el nombre de RedIRIS, tanto en boca de distintos Ministerios, como de los principales colectivos de usuarios (CRUE-TIC, OPIs, ICTSs, etc). Ello resulta desde luego muy valioso desde la perspectiva de RedIRIS, pero se plantea el problema de su actual falta de recursos para poder responder adecuadamente a las expectativas que se generan.

Este momento de crisis podría ser el momento de oportunidad en el que los principales Ministerios involucrados (Ciencia e Innovación; Universidades; y Asuntos Económicos y Transformación Digital), junto con los principales colectivos de usuarios académicos y científicos, impulsasen de forma conjunta y decidida los cambios normativos y de asignación de recursos que harían falta para que RedIRIS pudiese cumplir adecuadamente la función que le correspondería en esta coyuntura, en términos similares a los de las redes académicas y científicas nacionales de otros países de nuestro entorno. 

Mientras tanto, sigue siendo una etapa de intensa actividad en el entorno de RedIRIS:

  • continúa avanzando la migración de los equipos ópticos e IP, que permitirán multiplicar por 10 la capacidad de la red troncal de RedIRIS antes de finales de este año 2021;
  • se está completando el despliegue de fibra submarina directa entre Latinoamérica y Europa, impulsado por el proyecto europeo BELLA (en el que participa RedIRIS), y que proporcionará una conexión de muy alta capacidad y muy baja latencia para los proyectos científicos entre ambos continentes;
  • sigue el proceso de puesta en marcha de la Red de E-ciencia y de la EOSC Association, recientes iniciativas en las que participa RedIRIS, y que deben dar un impulso significativo a la e-ciencia;
  • comienza la vigencia del Acuerdo Marco de servicios cloud OCRE (2021-2024), negociado a escala europea por GÉANT, con notables ventajas para todas las instituciones académicas y científicas del continente, y para cuya aplicación en España colaboran estrechamente RedIRIS y los adjudicatarios del servicio, que representan a los principales proveedores del sector
  • se ha llevado a cabo el primer evento oficial de RedIRIS desde que comenzó la pandemia: los 49 Grupos de Trabajo, esta vez en formato on-line, con asistencia de más de 200 miembros de la Comunidad RedIRIS, y en los que se presentaron las novedades de los servicios de RedIRIS, y tuvo lugar una mesa redonda sobre un tema de máxima actualidad: el teletrabajo en los organismos académicos y científicos

Todos esos temas se abordan, de forma más detallada, en diversos artículos de este e-boletín, que refleja algunas de las muchas cosas que se hacen para las más de 500 instituciones académicas y científicas afiliadas a RedIRIS, aunque este escrito también quiere destacar que hay otras tareas relevantes que, a no ser que cambie la situación actual, por desgracia no podrán ser asumidas.

Estamos en un momento histórico, que requiere una respuesta a la altura de los retos que se plantean. Para tener el futuro que queremos, hace falta actuar ahora: en este verano que empieza, disfrutaremos de la sombra de árboles que están ahí porque alguien plantó en su día una semilla.

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